Citas Bíblicas

Septiembre 2017

El Sermón del Monte

Revelación del Reino ( Parte I )

 Mc 1,14-15

14. Después que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de
Dios
 
15. «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en
la Buena Nueva.»

Ga 4,4

4. Pero, al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley 

 Mt 4,12 y 17

12. Cuando oyó que Juan había sido entregado, se retiró a Galilea.

17.  Desde entonces comenzó Jesús a predicar y decir: «Convertíos, porque el Reino de los Cielos ha llegado.»

Mt 9,35

 35.  Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino   y sanando todo enfermedad y toda dolencia. 

Lc 11,20 

20.  Pero si por el dedo de Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de   Dios. 

Lc 17,20-21

20. Habiéndole preguntado los fariseos cuándo llegaría el Reino de Dios, les respondió: «El Reino
de Dios viene sin dejarse sentir.
 
21. Y no dirán: "Vedlo aquí o allá", porque el Reino de Dios ya
está entre vosotros.» 

Mt 6,7-13

7. Y al orar, no charléis mucho, como los gentiles, que se figuran que por su palabrería van a ser         escuchados. 

8. No seáis como ellos, porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de pedírselo. 

9. Vosotros, pues, orad así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre; 

10. venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo. 

11. Nuestro pan cotidiano dánosle hoy; 

12. y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores; 

13. y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal. 


Octubre 2017

"El Sermón de la Montaña. Revelación del Reino ( Parte 2 )"

Mt 4,25

25. Y le siguió una gran muchedumbre de Galilea, Decápolis, Jerusalén y Judea, y del otro lado del Jordán. 

Mt 5,1-12

1. Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron.
           
2. Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo:
 
3. Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
 
4. Bienaventurados los mansos , porque ellos posseerán en herencia la tierra.
 
5. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
 
6. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados.
 
7. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
 
8. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
 
9. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
 
10. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
 
11. Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa.
 
12. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros. 

Lc 6,17

17. Bajando con ellos se detuvo en un paraje llano; había una gran multitud de discípulos suyos y     gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón 

Mt 5,17 y 20

 17. No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar               cumplimiento. 

20. Porque os digo que, si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos.


Noviembre 2017

"Bienaventurados los pobres de espíritu" 

Mt 5, 3 

3. Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.

Lc 12,15

15. Y les dijo: «Mirad y guardaos de toda codicia, porque, aun en la abundancia, la vida de uno no está asegurada por sus bienes.»

 I Tm 6, 7-10

7. Porque nosotros no hemos traído nada al mundo y nada podemos llevarnos de él.

8. Mientras tengamos comida y vestido, estemos contentos con eso.

9. Los que quieren enriquecerse caen en la tentación, en el lazo y en muchas codicias             insensatas y perniciosas que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición.

10. Porque la raíz de todos los males es el afán de dinero, y algunos, por dejarse llevar de él, se extraviaron en la fe y se atormentaron con muchos dolores.

Mc. 10, 23-31

23. Jesús, mirando a su alrededor, dice a sus discípulos: «¡Qué difícil es que los que tienen   riquezas entren en el Reino de Dios!» 

24. Los discípulos quedaron sorprendidos al oírle estas palabras. Mas Jesús, tomando de     nuevo la palabra, les dijo: ¡Hijos, qué difícil es entrar en el Reino de Dios! 

25. Es más fácil que un camello pase por el ojo de la aguja, que el que un rico entre en el       Reino de Dios. 

26. Pero ellos se asombraban aún más y se decían unos a otros: «Y ¿quién se podrá salvar?»

 27. Jesús, mirándolos fijamente, dice: «Para los hombres, imposible; pero no para Dios,       porque todo es posible para Dios.» 

28. Pedro se puso a decirle: «Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.»

 29. Jesús dijo: Yo os aseguro: nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre,     padre, hijos o hacienda por mí y por el Evangelio, 

30. quedará sin recibir el ciento por uno: ahora al presente, casas, hermnanos, hermanas,   madres, hijos y hacienda, con persecuciones; y en el mundo venidero, vida eterna. 

31. Pero muchos primeros serán últimos y los últimos, primeros.


Diciembre 2017

"... porque de ellos es el Reino de los Cielos" 

Lc 12, 29-34 

29. Así pues, vosotros no andéis buscando qué comer ni qué beber, y no estéis inquietos. 

30. Que por todas esas cosas se afanan los gentiles del mundo; y ya sabe vuestro Padre que        tenéis la necesidad de eso. 

31. Buscad más bien su Reino, y esas cosas se os darán por añadidura. 

32. No temas, pequeño rebaño, porque a vuestro Padre le ha parecido bien daros a                    vosotros el Reino. 

33. Vended vuestros bienes y dad limosna. Haceos bolsas que no se deterioran, un tesoro inagotable en los            cielos, donde no llega el ladrón, ni la polilla;
 

34. porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.

Mc. 10, 23-31 

23. Jesús, mirando a su alrededor, dice a sus discípulos: «¡Qué difícil es que los que tienen riquezas           entren en el Reino de Dios!» 

24. Los discípulos quedaron sorprendidos al oírle estas palabras. Mas Jesús, tomando de nuevo la       palabra, les dijo: «¡Hijos, qué difícil es entrar en el Reino de Dios! 

25. Es más fácil que un camello pase por el ojo de la aguja, que el que un rico entre en el Reino de     Dios.» 

26. Pero ellos se asombraban aún más y se decían unos a otros: «Y ¿quién se podrá salvar?» 

27. Jesús, mirándolos fijamente, dice: «Para los hombres, imposible; pero no para Dios, porque todo es posible para Dios.» 

28. Pedro se puso a decirle: «Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.» 

29. Jesús dijo: «Yo os aseguro: nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o hacienda por mí y por el Evangelio, 

30. quedará sin recibir el ciento por uno: ahora al presente, casas, hermnanos, hermanas, madres,     hijos y hacienda, con persecuciones; y en el mundo venidero, vida eterna. 

31. Pero muchos primeros serán últimos y los últimos, primeros.»


Enero 2018

"Bienaventurados los mansos" 

Mt. 11,29 y 30

 29. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón;   y hallaréis descanso para vuestras almas. 

30. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.

Gal. 6, 1-2 

1. Hermanos, aun cuando alguno incurra en alguna falta, vosotros, los espirituales, corregidle con espíritu de mansedumbre, y cuídate de ti mismo, pues también tú puedes ser tentado. 

2. Ayudaos mutuamente a llevar vuestras cargas y cumplid así la ley de Cristo.

Snt.3, 13

 13. ¿Hay entre vosotros quien tenga sabiduría o experiencia? Que muestre por su buena         conducta las obras hechas con la dulzura de la sabiduría. 


Febrero 2018

"Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra" 

Ga 5,22-25

22. En cambio el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, 

23. mansedumbre, dominio de sí; contra tales cosas no hay ley. 

24. Pues los que son de Cristo Jesús, han crucificado la carne con sus pasiones y sus apetencias. 

25. Si vivimos según el Espíritu, obremos también según el Espíritu.

 Ef 4, 1-3

1. Os exhorto, pues, yo, preso por el Señor, a que viváis de una manera digna de la vocación con      que habéis sido llamados, 

2. con toda humildad, mansedumbre y paciencia, soportándoos unos a otros por amor, 

3. poniendo empeño en conservar la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz.

Ti 3,2-5 

2. que no injurien a nadie, que no sean pendencieros sino apacibles, mostrando una perfecta         mansedumbre con todos los hombres. 

3. Pues también nosotros fuimos en algún tiempo insensatos, desobedientes, descarriados,             esclavos de toda suerte de pasiones y placeres, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles y             aborreciéndonos unos a otros. 

4. Mas cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador y su amor a los hombres, 

5. él nos salvó, no por obras de justicia que hubiésemos hecho nosotros, sino según su                      misericordia, por medio del baño de regeneración y de renovación del Espíritu Santo


Marzo 2018

"Bienaventurados los que Lloran" 

Mt. 10, 38-39

38. El que no toma su cruz y me sigue detrás no es digno de mí. 

39. El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrá

Act 14,21-22

21. Habiendo evangelizado aquella ciudad y conseguido bastantes discípulos, se volvieron a Listra, Iconio y  Antioquía,

22. confortando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a perseverar en la fe y diciéndoles: «Es necesario que pasemos por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios.»

Rom. 5, 3-5 

3. Más aún; nos gloriamos hasta en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación engendra la paciencia; 

4. la paciencia, virtud probada; la virtud probada, esperanza, 

5. y la esperanza no falla, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado.

1ª Pe 1, 3-7

3. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo quien, por su gran misericordia, mediante la Resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha reengendrado a una esperanza viva, 

4. a una herencia incorruptible, inmaculada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, 

5. a quienes el poder de Dios, por medio de la fe, protege para la salvación, dispuesta ya a ser revelada en el último momento. 

6. Por lo cual rebosáis de alegría, aunque sea preciso que todavía por algún tiempo seáis afligidos con diversas pruebas,

 7. a fin de que la calidad probada de vuestra fe, más preciosa que el oro perecedero que es probado por el fuego, se convierta en motivo de alabanza, de gloria y de honor, en la Revelación de Jesucristo.


Abril 2018

"Porque ellos serán consolados" 

Is. 61, 1-3 

1. El espíritu del Señor Yahveh está sobre mí, por cuanto que me ha ungido Yahveh. A anunciar la buena nueva a los pobres me ha enviado, a vendar los corazones rotos; a pregonar a los cautivos la liberación, y a los reclusos la libertad; 

2. a pregonar año de gracia de Yahveh, día de venganza de nuestro Dios; para consolar a todos los que lloran, 

3. para darles diadema en vez de ceniza, aceite de gozo en vez de vestido de luto, alabanza en vez de espíritu abatido. Se les llamará robles de justicia, plantación de Yahveh para manifestar su gloria.

Lc. 2, 25-32

25. Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo. 

26. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor. 

27. Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él, 

28. le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: 

29. «Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; 

30. porque han visto mis ojos tu salvación, 

31. la que has preparado a la vista de todos los pueblos, 

32. luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel.»

Jn. 16, 5-6

5. Pero ahora me voy a Aquel que me ha enviado, y ninguno de vosotros me pregunta: "¿Dónde vas?

6. Sino que por haberos dicho esto vuestros corazones se han llenado de tristeza.

2ª Cor. 1,3-5

3. ¡Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de los misericordias y Dios de toda consolación, 

4. que nos consuela en toda tribulación nuestra para poder nosotros consolar a los que están en toda tribulación, mediante el consuelo con que nosotros somos consolados por Dios! 

5. Pues, así como abundan en nosotros los sufrimientos de Cristo, igualmente abunda también por Cristo nuestra consolación.

Ap. 21,1-4

1. Luego vi un cielo nuevo y una tierra nueva - porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar no existe ya. 

2. Y vi la Ciudad Santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de junto a Dios, engalanada como una novia ataviada para su esposo. 

3. Y oí una fuerte voz que decía desde el trono: «Esta es la morada de Dios con los hombres. Pondrá su morada entre ellos y ellos serán su pueblo y él Dios - con - ellos, será su Dios. 

4. Y enjugará toda lágrima de sus ojos, y no habrá ya muerte ni habrá llanto, ni gritos ni fatigas, porque el mundo viejo ha pasado.»


Mayo 2018

"La Alegría del Cristiano"  

Jn. 16,20-24

20. «En verdad, en verdad os digo que lloraréis y os lamentaréis, y el mundo se alegrará. Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en gozo. 

21. La mujer, cuando va a dar a luz, está triste, porque le ha llegado su hora; pero cuando ha dado a luz al niño, ya no se acuerda del aprieto por el gozo de que ha nacido un hombre en el mundo. 

22. También vosotros estáis tristes ahora, pero volveré a veros y se alegrará vuestro corazón y vuestra alegría nadie os la podrá quitar. 

23. Aquel día no me preguntaréis nada. En verdad, en verdad os digo: lo que pidáis al Padre os lo dará en mi nombre. 

24. Hasta ahora nada le habéis pedido en mi nombre. Pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea colmado.

Lc. 10,17-20 

17. Regresaron los 72 alegres, diciendo: «Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre.» 

18. El les dijo: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. 

19. Mirad, os he dado el poder de pisar sobre serpientes y escorpiones, y sobre todo poder del enemigo, y nada os podrá hacer daño; 

20. pero no os alegréis de que los espíritus se os sometan; alegraos de que vuestros nombres estén escritos en los cielos.»

Filp. 4,4-7

4. Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres. 

5. Que vuestra mesura sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. 

6. No os inquietéis por cosa alguna; antes bien, en toda ocasión, presentad a Dios vuestras peticiones, mediante la oración y la súplica, acompañadas de la acción de gracias. 

7. Y la paz de Dios, que supera todo conocimiento, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.


Junio 2018

"Bienaventurados los que padecen hambre y sed de justicia" ( Parte I )  

Mt 5,6

6. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados. 

Mt  4,3-4

 3. Y acercándose el tentador, le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes.»

4. Mas él respondió: «Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.»

Jn 4,31-34

31. Entretanto, los discípulos le insistían diciendo: «Rabbí, come.» 

32. Pero él les dijo: «Yo tengo para comer un alimento que vosotros no sabéis.» 

33. Los discípulos se decían unos a otros: «¿Le habrá traído alguien de comer?» 

34. Les dice Jesús: «Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado y llevar a cabo su obra.

Rm 14,17-18

17. Que el Reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo. 

18.Toda vez que quien así sirve a Cristo, se hace grato a Dios y aprobado por los hombres.

 Mt 5,20 y 48 

20. «Porque os digo que, si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos. 

48. Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial.

 Rm 3,10-12

10. Pues ya demostramos que tanto judíos como griegos están bajo el pecado, como dice la Escritura: No hay quien sea justo, ni siquiera uno solo.
 

11. No hay un sensato, no hay quien busque a Dios. 

12. Todos se desviaron, a una se corrompieron; no hay quien obre el bien, no hay siquiera uno. 

Rm 21-26

21.Pero ahora, independientemente de la ley, la justicia de Dios se ha manifestado, atestiguada por la ley y los profetas,

 22. justicia de Dios por la fe en Jesucristo, para todos los que creen - pues no hay diferencia alguna; 

23. todos pecaron y están privados de la gloria de Dios - 

24. y son justificados por el don de su gracia, en virtud de la redención realizada en Cristo Jesús, 

25. a quien exhibió Dios como instrumento de propiciación por su propia sangre, mediante la fe, para mostrar su justicia, habiendo pasado por alto los pecados cometidos anteriormente, 

26. en el tiempo de la paciencia de Dios; en orden a mostrar su justicia en el tiempo presente, para ser él justo y justificador del que cree en Jesús.


Julio 2018

"Porque ellos serán saciados" La santidad, hambre y sed de Dios    

Mt 5,6 y 48

6. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados. 

48. Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial.

Jn 14,6

6. Le dice Jesús: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí.

Jn 15,5-8

5. Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada. 

6. Si alguno no permanece en mí, es arrojado fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen, los echan al fuego y arden. 

7. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y lo conseguiréis. 

8. La gloria de mi Padre está en que deis mucho fruto, y seáis mis discípulos.

I Pe 1,15-19

15. más bien, así como el que os ha llamado es santo, así también vosotros sed santos en toda vuestra conducta, 

16. como dice la Escritura: Seréis santos, porque santo soy yo. 

17. Y si llamáis Padre a quien, sin acepción de personas, juzga a cada cual según sus obras, conducíos con temor durante el tiempo de vuestro destierro, 

18. sabiendo que habéis sido rescatados de la conducta necia heredada de vuestros padres, no con algo caduco, oro o plata, 

19. sino con una sangre preciosa, como de cordero sin tacha y sin mancilla, Cristo

Mc. 10, 28-30

28.«Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a Aquel que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna.

29.¿No se venden dos pajarillos por un as? Pues bien, ni uno de ellos caerá en tierra sin el consentimiento de vuestro Padre.

30.En cuanto a vosotros, hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados.

I Co 9,24-25

24. ¿No sabéis que en las carreras del estadio todos corren, mas uno solo recibe el premio? ¡Corred de manera que lo consigáis!  

25. Los atletas se privan de todo; y eso ¡por una corona corruptible!; nosotros, en cambio, por una incorruptible.

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