Reflexión en ocasión al mes de la Virgen 

¨ ¡Dichosa tú, que has creído! ¨.

 (Lc. 1, 39-45)

La Iglesia ha dedicado el mes de mayo a María, a la dulce Reina de nuestra vida, es por eso que comenzando con una simple oración le regalamos nuestro corazón:

¨ ¡Oh María, oh dulcísima, oh dueña mía! Vengo a entregarte lo poco que poseo yo. Pues sólo tuyo soy para que lo pongas en oblación ante el Trono de nuestro Señor.

Te doy mi voluntad, para que no exista más y sea siempre la Voluntad del Padre celestial. ¨ Amén.

Cada día del mes de mayo tiene que ser una flor para María. Por eso le regalaremos en cada jornada de su mes una meditación, una oración, un rezo del Santo Rosario. De este modo, iremos formando un ramo de flores para nuestra Reina del Cielo que nuestros ángeles custodios le llevarán en actitud de veneración.

El título que encabeza el presente artículo del evangelista Lucas, nos encontramos con la visita de María a su prima Santa Isabel.

Termina con una nueva bienaventuranza dirigida a María: ¨Dichosa tú que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá. ¨ María encarnó la espera y la fe de su pueblo y se fió plenamente del Señor.

María es modelo para crecer en la fe, ella cuando no entendía nos enseña a guardar y meditar en el corazón, nos enseña a confiar incluso cuando no entendamos o comprendamos.

Podemos apreciar en el Evangelio como el Señor respondiendo a una mujer que bendice a su madre por haberlo llevado en sus entrañas, dirá que la verdadera dicha consiste en creer en la palabra de Dios y en practicarla. Y en otra ocasión afirmará que su madre y sus hermanos son todos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.

La fe es un don de Dios y no nuestro, que hemos de pedírselo al Señor y junto con los apóstoles decirle: ¨Señor, auméntanos la fe¨, o con el padre que acudía al Señor para interceder por la curación de su joven enfermo: ¨Señor, yo creo, pero aumenta mi fe¨.

Por medio de María, Dios nos muestra ternura y misericordia. A Ella le podemos confiar nuestras necesidades y preocupaciones. María también nos enseña a entregarle nuestra voluntad a Dios, a no querer afirmar nuestros deseos, por muy importantes que nos parezcan, sino a dejar todo en manos del Señor. Imitemos la bondad y disposición de María para ayudar a los demás. María, se puso al servicio de su prima Isabel. IMPORTANTE EL VIVIR PARA SERVIR, siempre es un reflejo de la grandeza del amor.

Por otra parte, NO TENEMOS DERECHO alguno a estar huérfanos porque la tenemos a Ella, y es nuestra Madre o como escuché de una joven ofreciendo su testimonio del Enajó- Barquisimeto: ¨No podemos ser católicos sin tener a María como madre. ¨

Virgen Santa de Coromoto, Madre de Dios y nuestra, intercede ante tu Hijo para cambiar tiempos oscuros por períodos de paz genuina y duradera.

Pedimos tu intercesión y salud a los enfermos, consuelo a los tristes y perdón a los pecadores.

¨ Si se levanta la tempestad de las tentaciones, si caes en el escollo de las tristezas, eleva tus ojos a la Estrella del Mar: ¡Invoca a María! ¨. San Bernardo de Claraval.

¨ Madre del Redentor, Virgen fecunda, puerta del cielo siempre abierta, estrella del mar, ven a librar al pueblo que tropieza y se quiere levantar.

Ante la admiración de cielo y tierra, engendraste a tu santo Creador, y permaneces siempre Virgen.

Recibe el saludo del ángel Gabriel, y ten piedad de nosotros pecadores¨.

Lic. César Manuel Díaz M

Dpto. Espiritualidad

Consejo Central

© 2017 Formación Acción Católica de Venezuela. Todos los derechos reservados.
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar